viernes, 2 de julio de 2010

Con vos la historia siempre es la misma: estas, desapareces, vas, volves. Y yo no se si quiera ni pueda con la situación, no se siquiera si me duele o directamente me lastima. Querría que estes a mi lado, realmente no hay nada que desee más en mi vida que eso, que poder abrazarte y tenerte para mí, y que vos me tengas para vos y sentir esa electricidad corriendo por las venas. Tengo veinte cartas, esperándote, no te atrevas a irte otra vez. Por favor...no me dejes. Tengo miedo y el miedo no hace más que acorralarme y dejarme con ganas de hacer locuras. Locuras que justifiquen mi estupidez y mi mal hacer, mi masoquismo y el sufrimiento que me permito sentir en la piel. Te necesito. Tanto que no se puede medir ni explicar. Queriéndote me siento debil y un blanco fácil. Pero ¿cómo dejar de hacerlo?. No apuntes, no a mi corazón.

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